Tuesday, January 22, 2008

LA FELICIDAD, ESA OBLIGACION

Todavía vivo en el puerto. Tengo vista al puerto y algunas noches he podido ver como soplaba el viento sobre el mar. He puesto la calefacción pero sigo teniendo frió. Tendría que escribir dentro de la cama a semejanza de la blogeuse Luisa en su sitio de lanzadora. Me llevo las paginas de su blog en casa y me las leo por la noche para olvidarme de la mierda de los últimos días y para cerrar la puerta a las angustias. Con Luisa, nos volvimos a encontramos una noche en la estación de Chamartin, esperando a este Ludo en marzo de 2002. Estaba con su chaqueta de vaquero y una bufanda de colores. Me vio la primera. Yo no sabia de que ella iba a estar. Ella no sabia que me encontraría yo allí. Y llegó la colisión.
- Agnès?
- Luisa?
Es esa noche que el avión once upon a time in Madrid despegó. Nos esperaba un largo viaje. En una estación de tren, nos subimos en un avión. Celebramos “les retrouvailles”, sacamos champagne, brindamos y mojamos el interior del aircraft. Las azafatas estaban un poco enfadadas. ¿Será por la presencia de un colchón volador encima del avión? (Luisa, tu sabrás, este colchón ya volaba muy cerca). Creo que no. Solo nos dijeron que nos sentásemos porque faltaba la mayoría de los pasajeros.

Que bueno esto: recordar. Porque la vida no es lo que uno vive...

Al final solo nos leemos los blogs de la gente que escribe cosas personales. Que se desnuda gratuitamente. Eso nos interesa. Siempre digo a la gente que cree que no sabe escribir o que no sabe qué escribir: podéis hablar de lo vuestro. Ello tiene excito.
Así que me llevo en un doc word las paginas del blog que durante el día me da tiempo en leer, corriendo por todos los pasillos para organizar la vida en el nuevo curro.
Las 15h. Los informaticos se hacen los listillos y gozan del hecho de que tu estés allí esperando que te dejen conocer tan amablemente tu nuevo correo y si son amable a ver si te pueden conectar tu ordenador personal a la red del centro para que por fin tenga acceso a la web (que haríamos sin ella ahora. Meditad sobre esto un secundo y habremos una tertulia)... Sin ellos, nada puedes hacer. Llego en el despacho de los informaticos. Me ven y en seguida el que tiene que operar sale corriendo
- Espérame, vuelvo dentro de tres horas...
- Es una broma precisa un colega
Me espero. Sueño con que un día a los informaticos se le piden de ponerle al 3’ de un gen una neomicina floxeada y luego de clonarlo en fase con la GFP en un vector de expresión mamaliana y luego por recombinacion homologa crear un raton mutante para cruzarlo con una cepa transgenica que expresa una Cre recombinasa bajo un promotor especifico de la piel de los cojones para ver lo que hace la sobreexpresion del puto gen en la piel de los cojones.
Tendrían que pedir a un especialista. Ah! pero nadie necesita biología molecular en la vida cotidiana. La informática si. Y tienes que saber.

Porque la escritura cura? Porque es creación. Puede ser mala, buena. Olvidémonos de los juicios de valores. Que yo sepa nadie ha explicado esto, de manera que lo mejor es dejarse de pudor y contar, porque al fin y al cabo nadie se avergüenza de respirar o de ponerse los zapatos; son cosas que se hacen, y cuando pasa algo raro, cuando dentro del zapato encontramos una araña o al respirar se siente como un vidrio roto, entonces hay que contar lo que pasa, contarlo a los muchachos de la oficina o al medico. Julio Cortazar. Las babas del diablo.

Y leo una novela policíaca malísima que transcurre en Niza. Estaba en el piso que me prestan actualmente, el piso que tiene vista al puerto. Cuando vi el libro, dije este parece bien malo. Lo cogí y me fui al sol. En realidad, cuando me voy a leer de esta manera, no leo. Me pongo a pensar en miles de otras cosas de manera que el libro queda como un cartelito que cuelgo a la puerta para informar “ocupada, no molestar”
¿Está bien o mal haber vuelto a Francia? Pero borro rápidamente la cuestión sabiendo que no sirve para nada preguntarse si bien o mal ya que las cosas SON y punto.
Cuando cae la noche se me llena el cuerpo de angustia. Las tiendas que cierran a la 19h, la gente que corre hasta su coche. Miro dentro de los restaurantes. Una pareja ocupa una mesita al lado de la ventana. No hay nadie mas. En las barras no hay taburetes. Cuando entro en una brasserie me dirijo enseguida a la barra pero me mandan a una mesa porque en la barra no se puede estar. Las calles se vacían y yo también me vuelvo a mi casa. Las manos desaparecidas en los bolsillos, camino.
Después de los treintas si nos tienes hijos para colmar el vació de tu vida, lo tienes muy jodido. La verdad es que los hijos son una buena, diría espectacular, solución. Cuando los tienes, ya se acaban todas tus dudas existenciales, la vida se te pone en carriles y en voiture Simone!
Cuando no los tienes piensas a los que podrías tener: tendría ella (siempre pensé que era un chica, no se porque) 17 años! Dios mío! Muy a menudo me la imaginé. Me la imaginé a los 7 años con rizos llevando un vestido azul. Se parecía a mi. Coño, claro!
Finalmente vivió 6 semanas y dije ya basta. Estaba todo decidido desde el principio.
Ahora estoy pensando en otro. No se parece mucho a mi. Tiene los ojos negros, tanto que no se distingue los pupilos, la piel morenita y poco pelo. Parece que está intentado en venir cada mes. Pero cada mes se descuelga. Sangre. Le digo, bueno hasta la próxima.
- Es que no estoy seguro de querer venir en este mundo de mierda
- Anda! Tu serás francés en el alma. No has nacido que ya te quejas. Ven en el mundo y ya veras, es el mundo que hay.
- No lo sé adiós
- Adiós

Llegué a Niza y sentí en seguida la mala onda. Suspiré, cogí los 40 kg de equipaje. Se me hacia mas real ese sentimiento que intenté explicar a Mar en una barra de Madrid a la vuelta de Tailandia. No soy feliz. Pero no pasa nada. No es una obligación. Porque te voy a decir que todo bien si no, no esta nada bien. Que va! No puede ser así! Que si, que puede ser. Tampoco es una grito para que la gente se ponga en guarda. Uno no escribe para edificar una fachada que le guste a todos.

En el piso, encuentro un catalogo de la compania Air France. Dentro unas fotos en blanco y negro de Cartier-Bresson. Me paro sobre esta.

En una persona siempre hay varias. Hay que dejar hablar a todas.