
30 minutos despues de haberme bajado del avion estaba tomando cañas y seguimos así de una manera descontrolada. La falta de practica los ultimos meses te llevará directamente delante la taza del water, a cuatro patas, vaciandote el contenido del estomago. Cuando sales del primer bar, el cartel “salida” parparea, está en rojo. Pero tu, no lo ves.
A unos metros de allí, nos esperaba Crispi y un amigo suyo. Ella nos mostró su pie recien operado y nos explicó como se pinchaba la heparina en la barriga todas la mañanas para evitar la coagulacion. En este bar de la plaza Tirso de Molina, el camarero es el doble de Rijkaard y no pienso que

Durante esa noche, Luisa evocó las mariposas que salen llena de mierda del culo de las chicas. Que pena, tienen las alas pegadas... Eso por una falta de interpretacion de una sueño que suele tener Ludo: las chicas no cagan. Les salen rosas y mariposas. A Luisa se le había escapado que fuera una cosa O la otra y, caminando sobre el pavimento de Lavapies a una hora avenzada de la noche, imaginaba los pobres insectos caer directo al suelo, las alas cargadas de excrementos. Era hora de entrar en la Associacion...
Al dia siguiente, las cosas empezaron mal desde la 13h, cuando decidimos irnos a Chueca. La idea primera era que me llevaran de compras. Resulta que entramos en una tienda de zapatos de la calle Figueroa admirando los ultimos modelos y que nos dimos por acabado el shopping ya que entraba ambre y que nos esperaba el salmorejo en la calle Colon. Esa pequeña ración fue la unica cosa que compramos de comer en todo el día. El otro record fue estar en un bar 3 horas sin parar de beber y comer canapes de loquesea o tapas de yoquese y pagar 15 euros entre cuatro personas. Ludo le dedicó unos dibujos a este fantastico bar. Dibujos que podeis admirar en el blog donde los colchones volaban. Luisa se saca las gafas de natacion, Laura recoje sus zapatos debajo de la mesa. Es la hora de los gintonic. Alli se juntan una amiga de Luisa y Bruce Willis, un frances que acaba de conocer Ludo. A este Bruce Willis, tengo ganas de decirle: tú, no sabes donde has caido. Puedes beber tus whisky sin hielo tranquilamente.


Bras-dessus, bras-dessous, buscamos a un taxi que puso fin a este viaje en un lugar donde no nos ibamos a ir de fiesta...